y quedó en tablas...


(música de fondo)



El Odio opina que hay que atacar rápido, donde más duela. La Desidia defiende que es mejor dejar pasar un tiempo. El Odio dice que no hay que dejarse acobardar, hay que sorprenderlos y este es el mejor momento. La Desidia, que eso es lo que esperan, que la mejor sorpresa es la incertidumbre y luego, cuando no tengan el ojo encima nuestro, ya veremos. El Odio insiste en que hay que romper, quemar, destruir. La Desidia sostiene que atacar seria seguirles el juego, y si hay algo que les va a joder, es no hacerlo. El Odio declara que cuanto antes empiece la guerra mayor será la agonía del enemigo.

Y de repente el Odio y la Desidia callan cabizbajos al ver la heroica entrada del Deleite a lomos del caballo blanco.

Primera lección

El sonido de las rejas abriéndose rompe el silencio.
Dos guardas traen a un joven pálido y con la mirada baja, lo desesposan, lo empujan dentro y vuelven a cerrar.
El chaval está ahí de pie inmóvil, con el juego de sábanas en las manos y la mirada fija en los pies.

Pasan los minutos.

De la litera de arriba sale una voz.

- Y bien?

- Cómo dice?

- Que qué haces aquí?

- Me han detenido, señor.

- No jodas...Que por qué?

- Ahh... bueno.. necesitaba algo de dinero e intenté atracar un banco.

- Cuántos erais?

- Yo solo, señor.

- Madre mía... Y qué armas llevabas?

- Una replica Desert Eagle de metal idéntica a una de verdad y un molotov.

- Para qué coño llevas un molotov?

- Para impresionar, supongo.. nunca se sabe...

- Y qué fue lo que pasó?

- Al principio fue bien, no había apenas gente y el de la ventanilla cooperaba, era un poco lento pero pensé que era por la pistola, pero cuando me quise dar cuenta había una brigada de agentes especiales apuntándome con armas de verdad, me puse nervioso y les lancé el molotov, entonces me dispararon en el hombro y en una pierna y se acabó la función.

- Al menos tienes huevos

- No tenía mucho que perder...

- Y has aprendido con todo esto?

- Bueno... el juez me dijo que si vuelvo a necesitar dinero que pida un préstamo, es más fácil y menos arriesgado. También me dijo que esta cárcel tiene un buen programa de rehabilitación, así que estudiaré y, quién sabe, quizá pueda llegar a abogado.

- Pero tu quieres ser delincuente?

- No señor.

- Pues no te hagas abogado, ni juez, ni político, ni banquero... Ellos hacen las reglas pero no tienen moral. Obligan a cumplir la ley pero se la saltan cuando quieren. Son los carroñeros de la sociedad. Ellos son la eskoria.
Aquí dentro podrás ver como funciona el mundo, esto no es más que un reflejo a pequeña escala donde todo está más claro.
Ademas podrás aprender mucho.
Cuando pisé por primera vez una prisión entré con un diploma en robar bolsos a las viejas y salí con un doctorado en crear el caos. Ésta es la mejor escuela que te va a dar la vida. Aprovéchalo.

- Me lo pensaré...

- Acaso te crees que tienes alguna otra opción?

- Mhhh...entonces... cuál es la primera lección?

- La supervivencia.
Déjate ver en el patio con una jeringa colgando del brazo, los demás presos pensaran que eres un yonki sidoso y tu culo estará intacto.

- Gracias, señor.

- Cómo te llamas chaval?

- Mi nombre es Jokin.

- Bien... a mi puedes llamarme señor.

Última cena


(música de fondo)



Esa tarde decidimos ir a por ella.
La maldita furcia y yo llevábamos demasiado tiempo fundidos en el sofá, algo de acción era lo que necesitábamos.

Carolain era una jodida cleptómana de mucho cuidado, una buena tipa, sin duda. Últimamente andaba por el borde del precipicio y tenía decidido saltarlo. Ahora estaba recuperándose de una ingesta masiva de analgésicos y no tardaría en volver a hacerlo.
Teníamos poco tiempo.
No costó sacarla de aquel hospital mugriento, la maldita furcia llevaba un par de jeringas sidosas a modo de machete para apartar al personal medico y a los seguratas.
No podíamos permitir que Carolain pasara sus ultimas horas en un sitio como ese.
Pronto estuvimos en la calle.
Nuestro terreno.

El plan era sencillo: Quemar la noche.

Empezamos tomando unos cartones de vino que se acabaron convirtiendo en aguardientes. Les robamos a unos chavales unos sprays y fuimos a decorar la comisaria.
Luego entramos en casa del Sr. Juez para bebernos una botellita de whisky escocés que tenía en el mueblebar y, en la mesita de cristal del comedor, nos hicimos unos tiritos. Acabamos sacandole los muebles al jardín y nos dimos un chapuzón en su piscina, el agua estaba deliciosa.

Anduvimos calle abajo entre risas, anécdotas y buenos humos.

Finalmente llegamos a casa del comisario, visita obligada...
Tenía unos habanos que nevaditos quedaron riquísimos. También fue casualidad que una de esas colillas mal apagadas cayera tan cerca de las cortinas y se incendiara el salón, aunque hay que reconocer que las dos latas de gasolinas esparcidas previamente ayudaron a la combustión...

Y no te lo pierdas... la pequeña Carolain cantando "Come on baby, light my fire" , la furcia y yo bailando pasadísimos y de fondo los bomberos apagando el fuego...
¡Qué gran momento!

Y bueno... por aquellas horas la policía ya iba tras nuestro así que tuvimos que huir como ratas que somos y nos metimos en un antro piojoso a tomar la ultima. Nos pusimos trascendentales, que si la vida, la muerte. bla bla bla... Aquel rato podía haber durado una eternidad, pero no fue así y cada uno tuvo que marcharse para su madriguera.

Caminos distintos, destinos asimétricos, realidades convergentes.

Y es que nosotros dedicamos nuestras vidas a delinquir, a robar, a allanar, a difundir el caos. Sin horarios, ni normas, ni uniformes de traje y corbata.
Sin más preocupaciones que pensar a quien joder la próxima vez.
Nos asquea vuestra hipocresía, nos aburren vuestros días, pero nos encanta vuestro borreguerismo.
Siempre pisando al de abajo para lamerle el culo al de arriba, que previsibles sois.

Y ahora conecta la alarma de tu chalet, apaga la luz de tu mesilla y duerme. Duerme tranquilo.
Protegido.
Siempre quedará el vecino de turno que llama para decir que alguien entró a la fuerza en tu apartamento.

Visita (in)esperada


(música de fondo)



Ahí está Jokin, tirado plácidamente, protegido por su limbo. Aún no está al alcance pero pronto podré llegar.
Tengo que ser cauteloso, ir de puntillas, sin alarmarle.

Me acerco cuidadosamente, manteniendo las distancias, pero está tan absorto que no se percata de mi presencia.

Lo tengo cerca, pronto será mio.

Estoy a un palmo de él, noto se respiración entrecortada, no debo precipitarme...

Empieza a enroscarse cuando le soplo los pies, poco a poco voy recorriendo su sudoroso cuerpo, me entretengo en el torso soplando suavemente zigzagueando hasta llegar al cráneo donde intercalo un soplido con un húmedo vaho de mi aliento. Por su frente bajan heladas gotas de sudor.

Lo hundo despacito en la alfombra.
Ya es mío.
Y el pobre infeliz no percibe nada.

Delicadamente inmovilizo sus brazos y sus piernas, así será todo más entretenido...
Ya ha llegado la hora de que sepa que estoy aquí.

Comienzo punzándole en la nuca pequeños alfileres, parece que el muy bastardo despierta de su heroico letargo.
Mirando sus desesperados ojos meto la mano por la garganta hasta llegar a su estómago golpeándolo una y otra vez, enredando sus intestinos y oprimiendo riñones, hígado y demás entrañas hasta que un montón de jugos gástricos salen expulsados por boca y nariz acompañados de intensos espasmos.

Ahora ya sabe que estoy aquí.

Le sacudo bruscamente para que sea consciente de todo el proceso. Incrusto clavos por toda la cabeza, cristalizo su sangre mientras agarro el corazón y lo hago bombear frenéticamente...


Estimado lector, tu decides:


- Si deseas que Jokin salga ileso de ésta aventura manda un SMS al 31416 con la palabra JOKIN

- Si por el contrario quieres que el síndrome de abstinencia acabe con él manda un SMS al 31416 con la palabra MONO

FINAL: JOKIN

En su cara se esboza una sonrisa, eso me confunde, debería estar agonizando... quizá sea un truco para desviar mi atención, nosé.. reviso que todo esté en su sitio y veo que el muy cabrón ha conseguido sacar un par de valiums del bolsillo y se dispone a tragárselos. Forcejeamos un instante pero su deseo por conseguirlo me debilita y logra engullirlos.
Me queda poco rato antes de que hagan efecto los barbitúricos y aprovecho para que sean unos minutos dolorosos pero él luce una sonrisa de oreja a oreja.
Ya no hay nada que hacer, me voy desvaneciendo al mismo tiempo que sale de una de sus peores pesadillas.
Ésta vez he fracasado, pero tendré otra oportunidad.
Pronto, muy pronto.

FINAL: MONO

Su llanto aterrorizado pide socorro, como si alguien pudiera sacarle de ésta agonía.
Con las rodillas hundidas sobre el pecho hurgo en su interior buscando aquello que tanto anhelo, le voy arreando algún manotazo para que no quede inconsciente.
Al fin la encuentro, tengo su alma en mis manos. Su miedo me complace. La acaricio, la huelo, la lamo viciosamente... Su angustia me excita.
Se la extirpo violentamente desgarrando todo punto de unión con el cuerpo. Ahora ya solo es un pedazo de carne afligida y su esencia me pertenece, tan pura, tan impoluta, tan virginal...

Proyecto Jombre 2.0

-Buenos días... Mi nombre es Jokín y soy politoxicómano.
Quizá me recuerden de otras apariciones como: "Fingí querer desintoxicarme pero solo ansiaba gelatinas de metadona" o "Pasaba por aquí y entré a mendigar unas monedas" pero ésta vez va en serio, lo tengo decidido.
Me voy a quitar.
Y con vuestro apoyo conseguiré distinguirme de la lacra social a la que ahora pertenezco. Renaceré, dejando atrás la sanguijuela que soy, para convertirme en un individuo con valores y constructivo para ésta nuestra sociedad. Y no será fácil, y tendré tentaciones, pero vuestra presencia me dará las fuerzas para conseguirlo. Y por eso, desde ya, os lo agradezco eternamente y de todo corazón.

-Se..Señor.. ...esto es una guardería...

-Oh... mierda... bueno... y... esto... no tendréis por ahí... un poquito de... ya sabes, no?... no? nada? en serio? ...mmhhh... Pues vaya mierda de juventud! Así va el país! Esto es indignante!

De paseo


(música de fondo)



Me dirijo al bulevar del polígano en busca de alguna farmacia de guardia.
Nada más entrar me encuentro con la prestigiosa subasta de los pordioseros, vienen comerciantes de todos los poblados a vender objetos de altísima calidad, todos robados de primera mano, eso garantizado.

Enseguida veo que la tienda del tío Ricky está chapada. "Cerrado por defunción" pone el cartelito de la puerta... Joder! lo echaremos de menos, tenía los mejores materiales inflamables de toda la ciudad y los sábados por la noche impartía clases de cómo fabricar Napal. Que gran pérdida.

Al otro lado de la calle veo una escena que me conmueve, madres e hijas compartiendo una tradición. La experiencia de unas junto a la inocencia de las otras formando una simbiosis perfecta. ¡Qué espectáculo!
Y es que las furcias siempre consiguen arrancarme una lagrimilla...

Alrededor de los containers se amontona mucha gente, corren los billetes, los puñetazos y el alcohol. El olor a sangre y sudor es más fuerte que el que desprenden los mismos contenedores.
Pelea de mendigos, un clásico!
Apuesto un par de combates sin ganar nada y sigo con mi ronda.

El confesionario del Reverendo está cerrado, debe estar de pesca... o instruyendo a algún menor.

En el banco central de la plaza, hay un gran tipo de interés sentado. El Perico ofreciendo sus servicios de mercenario callejero con unos descuentos tentadores, pero hoy no tengo ganas de fiesta así que nos contamos las últimas batallitas entre litronas y desaparezco antes de que empiece a explicar (una vez más) como lo expulsaron injustamente del ejercito.

A lo lejos me parece ver la luz encendida de la farmacia y según me aproximo distingo la fogata rodeada de colchones piojosos y restos de sofá plagados de chinches.
Parece que hay un poco de cola así que cojo tanda y me siento a esperar impacientemente.
Le echo un ojo al nuevo farmacéutico, es un chaval joven, recién salido de la facultad, aunque parece manejar bien el negocio. Tengo la esperanza que le subministren los mismos laboratorios porque no tengo ganas de inyectarme genéricos de mierda.

Llega mi turno, le enseño la receta de mi brazo y me sirve sin decepcionarme.

Está anocheciendo y vuelvo a casa con un buen puesto. El cielo es naranja y el polígano sigue funcionando a mis espaldas.
Pronto volveré.

Cómo conocí a...

... el Reverendo banquero:
Delante de un vaso lleno y una botella vacía empecé a escuchar sus planes, parecian imposibles... pero ahora veo que son perfectos.
Por aquellas épocas aún no era banquero y, en realidad, nunca ha terminado el seminario, pero deja que los niños se acerquen a él y les enseña lo que es pecar.



... la chica de los analgésicos caducados:
Ella era jovencita, ruda y antisocial, eso me gustaba.
Me estuvo contando que los animales también tenían alma. Era posible, no lo dudaba, la pregunta era si la teníamos nosotros.
Pasamos días sin dormir con los ojos como búhos, eso me gustaba



...la jueza buscona:
Altas esferas de la sociedad
mezcladas con despojos como yo

Vino buscando romances
y tuve que decirle que no

Antes solía llamarme
pero la cosa se acabó



... la mujer sociópata:
Eramos muy jóvenes los dos, coincidimos en la fiesta de algún amigo en común, ella iba vestida de gala y yo con mi disfraz de hombre normal. La noche terminó con mucho alcohol y humo, en la comisaría, incendiándola.



... el señor innocente:
Llamas, barrotes, humos varios, entropía, allanamientos, paquetes de cerveza, Bill Callahan, pisos francos, valoraciones irracionales, viendo los sonidos, oyendo los colores, saboreando la mediocridad...
Después de cada coma me lo sigo encontrando.



... la maldita furcia:
Estaba tirado en algún descampado a las afueras de cualquier ciudad, ella me recogió, me acogió, me drogó y me folló.
Era la más puta de las yonkis y la más yonki de las putas... y lo sigue siendo, afortunadamente.

Plato combinado

Una mañana, frente al espejo, mirando a los ojos al tipo ese que se supone que eres tú, te das cuenta que has sido engullido por la ameba de la cotidianidad, que formas parte de esa gran masa de mierda que se autoproclama "gente normal".

Tu vida recorre la misma triste rutina día tras día. Pasas más horas haciendo algo que odias que pensando en lo que te gustaría hacer.

Desfogas tu ineptitud odiando al resto de la gente, encerrándote en un circulo cada vez más pequeño.

El menú del día anuncia falsedad e hipocresía.

Decides romper con eso, cambiar tus hábitos, aficiones, tus relaciones...
Al principio compras ropa nueva, compras música nueva, compras amistades nuevas, compras drogas nuevas...
Luego robas. Hay más riesgo, más emoción, más morbo... y sale gratis.
Al final acabas acudiendo a las terapias para adictos al sexo para follarte a sus miembros, te presentas a concursos de belleza para hamsters y te unes a las hermanitas de la caridad de Santa Ana.

Y lo único que consigues es asumir una nueva rutina... una y otra vez.

El menú del día anuncia frustración y decepción.

Y un día, frente al mismo espejo, mirando a ese mismo tipo demacrado por las agujas del reloj, veo en sus ojos un jodido destello.
Nada está en harmonia. La gente sólo abraza a ciegas lo que le se le pone delante: helados de mango, consumismo, pasear bajo la luna, comida natural, sexo en grupo, Nietzsche, Superman, Jesucristo, jerséis con capucha, escribir basura, yoga, ir al psicoanalista, biciclismo, nudismo, budismo, ángeles y demonios, bufandas para perros, sexo tántrico, el suicidio, las rimas chungas, la bebida, el juego, las drogas y las armas de fuego, adelgazar, el hipnotismo, las psicodelia, una tele grande que te cagas, y de repente todo ello se desvanece y se pierde.
La gente tiene que encontrar cosas que hacer mientras espera la muerte. Supongo que está bien poder elegir.
Yo ya hice mi elección.

El menú del día anuncia claridad y salvación.

...y me como ración doble.

añoro...


(música de fondo)


... en ninguna parte despertar
... esas palizas en el callejón de atrás
... delante de 2 copas mediollenas y la botella mediovacia, los planes para hacer alguna maldad
... el pikito de buenas noches que me solías preparar
... tener a alguien a quien odiar
... a la chica de los analgésicos caducados de reojo mirar
... oler a humo, sudor y gasolina después de ganar
... noches de pupilas dilatadas, resacas de mandíbulas desencajadas y vuelta a empezar
... distinguir la mediocridad de vuestros días sin mirar atrás
... antes que mi sombra siempre llegar
... pegar algún ladrido en la puerta de algún bar
... en el desguace del raciocinio hurgar por hurgar
... encabronarme con furcias y bastardos al azar
... las horas muertas fundido en el sofá
... perderme en el abismo entre el tic y el tac
... a ti
... a mi
... follando en cualquier portal

Natural Born Loser


(música de fondo)


Redención no es la palabra exacta pero es la primera que me viene a la cabeza.

Después de todo ya no hay nada nuevo. Siempre se repite la misma historia... una y otra vez.
El sol aparece y desaparece cegándome como al principio.

Combato a regañadientes con cada nueva máscara frente al espejo, desconociéndome en cada surco de mi reflejo.

Observo en 3a persona la particular lucha de la Señorita Conciencia y Don Ego. Los padres que nunca tuve vuelven a causar traumas familiares.

Últimamente me estoy aficionando al fracaso: rudo, puro, bruto...
Es la manera de transgredir las inexistentes expectativas, de superar la desintoxicación de raciocinio, de alumbrar el fondo sin pozo de apatía por el que asciendo.

Es como una gran autocomidadepolla en la que ni siento ni padezco.

Hay quien necesita triunfar para sentirse vivo, para diferenciarse del resto de monos, para reafirmar su existencia.
Yo soy un perdedor nato, así me distingo de los triunfadores, os observo por de debajo del hombro y escupo a contraviento.

A veces me aburro hasta a mi mismo...

Sr. Juez:

Hoy ha sido un día de mierda.
Algunas veces había tanteado la opción del suicido pero nunca lo hice.

Seguramente crea que las deudas, el cargo de conciencia, un mal viaje o alguna mierda similar haya tenido algo que ver, pero se equivoca.
Insisto en que el suicidio nunca me convenció.
De todos modos ahora ya da igual, yo estoy muerto y probablemente mi cuerpo haya sido devorado por las ratas.
Obviamente si le escribo una carta es para decirle algo, esté atento.

Exijo que el dinero que tengo en el banco le sea facilitado a mi querida esposa.
La única persona que tiene acceso a dicha cuenta es un yonki buscado por la policía por varios robos, mi esposa les conducirá a él.
Lo ultimo que pido es que le dejen leer la carta al yonkimierda
Adiós, para siempre


-el Culebras-

D.E.P.


(música de fondo)


Trágica noticia.
El Culebras ha muerto. Ahorcado.
Me he quedado sin camello.

Hace un par de días unos picotas sedientos echaron su puerta abajo y allí se lo encontraron, le vaciaron los bolsillos, llamaron a una ambulancia y se largaron.

Hoy lo enterramos.

Estamos en el poligano, rodeados de escombros; presidiendo la ceremonia entre bidones encendidos y mirando hacia nosotros está el Reverendo, que ha hecho un descanso en sus vacaciones de pesca para la ocasión.
En frente, tumbado en una mesa, nuestro preciado Culebras, con no mucho peor aspecto del que tenía en vida.

A continuación la muchedumbre en la que me veo envuelto, dividida casi geometricamente por tipo de consumo...
Las jovencitas anfetaminicas en primera linea, seguidas de los ejecutivos farloperos y los punkis espitosos. En la siguiente fila los fumetas junto a las marujas antidepresivas y las viejas glorias heroinómanas.
Triposos, crakeros, comesetas, opiosos, ketaminicos, peyoteros, politoxicómanos... y hasta la chica de los analgésicos caducados...

Si te fijas bien puedes ver a familias enteras esparcidas por los subconjuntos.

Iniciada la ceremonia, el Reverendo emplea sus dotes lingüísticos y cada uno de nosotros le dedicamos nuestro mejor consumo al difunto.
Empiezan a circular papeles, espejitos, rulos, papelas, cucharillas y mecheros.

Y que se queme en el bolsillo al que guarde algo escondido

Pasan las horas y la gente se desvanece.
Los veteranos seguimos en pie y manteniendo cierta lucidez.
Somos menos de diez y nos miramos incómodamente esperando quedarnos a solas con el fiambre.
Todos hemos venido a lo mismo.
Yo ya no puedo esperar más, así que me alzo acaparando toda la atención y sembrando el nerviosismo entre los presentes.
Saco la navaja y avanzo hasta el cuerpo, lo abro en canal y anuncio -¡Los riñones y los pulmones son míos!-

Los demás se avalanchan, como hienas cocainómanas, despedazando los restos de nuestro querido Culebras.

Sus órganos llevan acumulando deliciosos residuos desde vete tú a saber cuando...

De la carroña venimos y en carroña nos convertimos.

y cada día me gusta un poco más...

Yo tampoco sé qué más decir.
Cada día que pasa me resulta más hostil.
Nada de lo que pasa a mi alrededor me sorprende, ni me emociona.

Dejo arrastrarme por la mediocridad del tiempo y me voy erosionando como una puta piedra de río.

Me gustaría odiar mi vida, o la tuya... pero ni eso, he olvidado sentir.

Intento justificarme responsabilizando a las drogas de tal sensación, bueno... de tal ausencia de sensación, pero en realidad fue por eso que empecé con ellas, para sentir algo.. y fracasé, una vez más.

Y aquí me tienes, sin objetivos, sin motivaciones, sin nada que ganar ni que perder

...

Uy! espera...
Noto algo en el estomago... no son mariposas revoloteando pero casi... estoy sintiendo? será amor?

ohh... no... mierda...

Me he vuelto a cagar.

Autoretrete

Eyaculaciones de pensamientos precoces descarrilan produciendo el placentero caos del que últimamente me alimento.

Sigo siendo la percepción alterada de la que no me permito escapar.

La realidad es mentira, recuerdas?

Tac-Tic Tac-Tic

La cuenta atrás esta llegando a su fin, al principio.

Me despedazo para poder volver a ser uno, es mi único camino: el fracaso.

Me desato y reprimo todo impulso racional que me ahoga en este desguace de aspiraciones.

El hada del aburrimiento me ha vuelto a hacer su esclavo.

Control+Alt+Supr son las únicas teclas a las que puedo acceder

Por mucho que disfrace el entorno, la autentica naturaleza sigue ahí, latente, esperando el menor descuido, ansiosa por reaparecer.
La vuelta al mundo es inmediata

slow your dancing, darling please slow down

Soy el hijo no deseado de Don Ego y la Señorita Conciencia

˙˙˙ɐʇlǝnʌ ʎ ɐʇlǝnʌ ǝp

Apenas hace unas horas que he llegado, ésta vez ha sido por negocios. Fui a hablar con el Reverendo, actualmente es mi banquero pero el Reverendo es uno de los más grandes. Un tipo único, sin duda.
En mi estancia aproveché para saquear a un par de turistas, por nostalgia más que por necesidad.. y bueno... no estoy del todo oxidado.

Acelero el paso hacia casa porque los sudores son inminentes y el brazo me pide aguja. Mi anterior chute fue antes de subir al avión, por lo de tener un vuelo agradable y esas cosas.

Al llegar a casa me llevo una grata sorpresa, mi hijita a venido a verme, mi sanguijuela favorita me cuenta mil batallitas en las que ha estado metida, sus primeras hazañas...
Se está haciendo mayor... me rula los petas y a escondidas me astilla algún que otro gramo... pero que coño... es de la familia!

Al rato aparece mi pequeña furcia, la madre de mis hijos, la tipa que me quiere... que me quiere sablear todo el jaco que pueda.
Ahora hacía tiempo que no nos veíamos. La verdad es que está hecha una versión más escuálida y decadente de lo que recordaba. Es la puta carcasa de una persona enferma y desquiciada, drogopropulsada de un lugar a otro en busca de una nueva ingesta tóxica... pero en el fondo es de puta madre y compartimos algo más que sucias cucharillas.

Así que nos ponemos manos a la obra.

Incluso cuando me inyecto a destajo me doy cuenta de la triste realidad. El jaco me aburre. Nos aburre. Somos eskoria que odiamos nuestro entorno y solo sabemos ponernos hasta el culo de todo alimentando el delirio y la insatisfacción, fingiendo ser el centro del mundo mientras la puta realidad sucede en alguna parte. Por desgracia, no hay nada suficientemente interesante como para dejarlo... y aún que lo hubiera, la ausencia de voluntad hace que la adicción tome las riendas.
Así que disfrutemos de la subida que la bajada siempre está.

▪●Ƿɘяfɘcт▪Dдy●▪

Abro los ojos y la intensa luz me deslumbra.
Luz blanca, muy blanca.
Estoy tumbado sobre algodón y tengo a cuatro dulces ángeles blancos mirándome atentamente.
Las trompetas celestiales acompañan el momento.

El olor me abruma, olor a puro, a limpio, a estéril.

Los ángeles no dejan de revolotear a mi alrededor entre susurros y cuchicheos que no logro descifrar. De golpe una de esas criaturas divinas me inyecta algo que hace que aumente mi estado de ingravidez.

¡Este es puto cielo con el que he estado soñando durante tanto tiempo!

Un cosquilleo orgasmico recorre mi cuerpo, el contacto de sus manos palpando mi cuello hace que me corra una y otra vez... una y otra vez...
Una y otra vez.

De fondo se oye una voz grave muy difusa, debe ser Dios que viene a darme la bienvenida ¿Se apuntará a ésta bacanal? Joder... Dios debe tener acceso a la mejor mierda que exista.
Los ángeles se apartan para dejar paso al supremo. El cabrón viene con una jeringa cargada... Esto es un recibimiento como Dios manda!
Éste es el día más feliz de mi vida... o de muerte.. no sé..

Mi nuevo amigo busca una vía libre en mi brazo dándome golpecitos con la palma de la mano, y al tocarme, yo sigo con lo mío... una y otra vez...

El chute divino está en camino.

Mi ingravidez se desvanece, mis delicados angelitos mutan en bajitas cincuentonas de pelo teñido y dientes amarillentos embuchadas en bata y zuecos blancos.
Oigo al Dr. Todo Poderoso gritar: ¡Epinefrina! ¡Dije 5mg de epinefrina, no de morfina!

He sido expulsado del paraíso.
He vuelto al mundo.
Estoy en algún viejo hospital compartiendo habitación con un cadáver palpitante.
Menuda mierda de renacimiento...

мɘsтøy♦pøηıɘɳdø

Cuando tengo necesidad
voy de cabeza a pillar
de camino entro en el bar
venga beber, venga fumar

Llegado al poligano con rapidez
busco al camello con desespero
pues lo conozco desde la niñez
y bien sabe lo que quiero

Hoy hay cola en su antro
somos muchos los adeptos
vienen de las afueras y del centro
su mierda nos deja bien lerdos

La multitud lentamente se disuelve
mi turno ansioso espero
mucha gente es la que vuelve
mi camello los cuida con esmero

Lo que para él es un negocio
pues buen dinero y tiempo emplea
para nosotros es algo más que ocio
aunque la soledad nos espera

Ya me toca, ya me toca
que hable ni falta hace
poco me falta para echar la pota
esperando que el caballo me abrace

La dosis ya entró
el cielo he tocado
su dinero recibió
y yo ya voy chutado

Mestoy poniendo, mestoy poniendo
siempre que puedo voy corriendo
mestoy poniendo, mestoy poniendo
esté despierto o esté durmiendo

◄Yɑ єsтá ɑl ɑcɘchø►


(música de fondo)


Me encuentro en el limbo, aun estoy a gusto, pero es cuestión de tiempo.
La crudeza de la realidad sigue difusa tras el velo de la intravenosa, pero pronto se desvanecerá...
Los escalofríos son inminentes, los sudores fríos empiezan a lubrificar los malos pensamientos, cada poro de mi piel supura toxinas lenta y desconsideradamente.
En este punto tengo tanto miedo de lo que me espera que mi conciencia consigue convencerme de que no volverá a ocurrir, de que no puedo volver a vivir esto una vez más, mi cuerpo no lo aguantaría.
Me tomo un par de valiums para que la caída no sea tan dura. Dios bendiga a la seguridad social y las amas de casa, gracias a ellas puedo tener una buena colección de analgésicos para ocasiones como ésta.
Intento distraerme pero ya no hay nada que hacer, lo tengo encima, tengo al puto mono subido a la chepa.
No deja de golpearme la cabeza, me retuerce todos y cada uno de los huesos que me sostienen. Lo que empezó como escalofríos se ha ido transformando en un temblor constante que hace que me castañeteen los dientes.
Las nauseas se acompasan con la respiración. A cada exhalación los músculos agarrotados se rompen en mil cristales desgarrando la piel, a cada espiración los espasmos hacen que el dolor se multiplique exponencialmente.
El corazón ha convertido las palpitaciones en explosiones que bombean metralla con cada latido desgarrando cada arteria.
Estoy tan incapacitado que no podría moverme ni para ir a buscar lo que más necesito en este momento.
Mi cuerpo es tan pesado que empiezo a hundirme en el suelo, sin poder hacer nada al respecto, solo observar como la realidad se aleja y como me fundo con mis peores pesadillas.

Dios, si estás ahí, mátame!
Mátame o mándame a un ángel vicioso a lomos de un caballo blanco para sacarme de éste puto infierno..

¡Haz algo, pero haz lo ya!

▪●Mαs◦huмσ◦pαяα◦lα◦dєcɘpcıøη●▪

Suena el timbre.
Tengo el cuerpo soldado al sofá y la cabeza demasiado dispersa en otros mundos como para decir nada... de todos modos la puerta está abierta.
Aparecen en el salón el Perico y el Culebras, si vienen juntos es para traerme malas noticias o para meterme en algún lio.
El Perico es un mercenario callejero, haría cualquier cosa por dinero, robaba, mataba, traficaba, incendiaba... cualquier cosa menos prostituirse.
Los viejos amigos aún le llamábamos Perico por su afición a los untados, aunque hacía tiempo que no le pegaba a las drogas... ahora le pega a la gente, es su forma de abstraerse de la realidad. Mucha gente le llama Pedrote por la facilidad que tiene en abrir cabezas.
El Culebras es mi camello de toda la vida. Tenemos una relación de dependencia, el me proporciona alpiste y yo a él dinero, el uno sin el otro no lograríamos salir hacia delante.

Me cuentan que un contacto de un contacto de un contacto de... le han dado el soplo de un alijo de jaco en casa de unos novatos. El culebras será el encargado de venderlo y a mi me quieren como catador para tasar la calidad. Los beneficios se reparten a partes iguales, no parece difícil y ya no tengo mucho que perder.
Tras unos revitalizantes tiritos de speed nos ponemos en marcha. El Perico está entusiasmadísimo, hoy podrá partir huesos y sus manos se llenarán de sangre y gasolina. Lleva un par de molotov para rematar la faena y crear un bonito fin de fiesta con artificios.
A mi todo esto me viene un poco grande... y el Perico me tiene preocupado porque pierde el control con mucho facilidad.. pero es que.. Joder! Hay mucho jaco en juego!

Tras un buen rato en coche llegamos al lugar en cuestión, un local apartado de dos plantas, a pocos kms del poligano.
A mis dos cómplices les tiemblan las piernas, a uno de nervios y a otro de exaltación.
Perico revienta la puerta a patadas, entra enloquecido y pegando tiros a destajo. Es un puto psicópata y, gracias a Dios, es colega nuestro. Nosotros, manteniendo la distancia, entramos tras él.

Allí no hay nadie. Nos han timado.
El suelo está lleno de condones usados, pañuelos de papel y colillas. Huele a rancio.
Perico está enfurecido, fuera de si, chillando y reventando los viejos muebles que quedan en aquel vertedero.

Enciendo un cigarro para asimilar la decepción.

Los gritos del psicópata se oyen por encima de los derrumbamientos que causa al patear las paredes. Este tio es peor que un terremoto.

Más humo para la decepción.

De golpe se hace el silencio, seguro que al cabrón se le ha caído el techo encima. El Culebras corre escaleras arriba para saber que ha pasado... y se echa a reír. Los dos se parten el culo.
Bajan rápidamente y me muestran varios fardos de caballo, hay un tabique entero construido con esos falsos ladrillos.
Celebramos revitalizantemente el hallazgo y nos disponemos a cargar el maletero.

El perico ha estado reventando las paredes en busca de más tabiques blancos y al no encontrar ninguno se decide a incendiar aquel tugurio.

Una vez en casa, a salvo, llega mi esperado momento.
Saco a relucir mi mejor conducto y sin más preámbulos una pequeña dosis es asimilada por mi sangre.
Su sabor es afrutado, espumoso, muy suave. Entra fantásticamente debido a su dulzor, pero se puede subir a la cabeza fácilmente debido a su buena entrada.
Joder! ésta nieve es más pura que la del puto Himalaya!

Le pido a el Culebras que separe mi tercera parte del jaco... y disfruto de mis pequeñas vacaciones.

♦AMOR●ODIO♦


(música de fondo)



De pequeño me contaron mil historias de héroes y princesas... Hoy ya solo quedan Jonkis y Putas.

La vida me consume a base de ceniceros repletos y cucharillas vacías... y su afilada mirada, acuchillándome a cada pestañeo, hurgando en cada puta herida.

Y es que me saca de quicio.

Consigue meterse en mi cabeza, consigue manipularme y exprimirme como una sanguijuela sedienta.
Apropiándose siempre de la razón, enredándome en mis peores paradojas, negándome el beneficio de la duda.
Es que ni la carroñera relación con la heroína le impide desquiciarme.

Es lo peor, y lo sabe, y le odio, y se crece, y me jode, y disfruta, y me frustra, y se regocija.

Su muerte es la solución, pero a la vez mi perdición, porque sin su presencia desaparezco.
Y la autodestrucción es la solución, pero a la vez su perdición, ya que sin mi desaparece.

El declive de nuestra relación nos empuja a un mismo punto: el equilibrio, en el que convivimos forzosamente, luchando día tras día por rapiñar algo de terreno ajeno.

El forcejeo constante retroalimenta el letargo del que ya nunca podré salir.
Digan lo que digan lo ultimo que se pierde es la cabeza... la esperanza hace mucho tiempo que me la inyecté.
Y es que el peor enemigo siempre es uno mismo, por mucho que intentemos fingir lo contrario.

˙˙˙zǝʌ ɐun ǝsɐɹǝ

Dr. Mateo (Médico): Venía unas 5 veces por semana, siempre por intoxicaciones. Pensábamos que el estomago no le iba a aguantar pero al parecer creaba tolerancia por cada nueva intoxicación.

Sra. Encarna (Vecina): De pequeño ya se veía como acabaría. Cualquier cosa que le pudiera alterar le valía. Se comía todo tipo de bayas y frutos que encontraba en su camino. Tenía una libreta con la detallada reacción que le provocaba cada una.
Solía decir que prefería un lavado de estomago al aborrecimiento cotidiano.

Comisario Romero (Enemigo de la infancia): En 1987 hubo una ola allanamientos en toda la ciudad, cerraduras forzadas, ventanas rotas, puertas reventadas.. Pero ningún denunciante echaba nada en falta, todo seguía en su sitio.
Una noche lo pillamos. Con tan solo 12 años se dedicaba a vaciar los botiquines. Pequeño hijo de puta.

MªJuana (Primera novia): Yo debía tener 14 y él 16 años, era el típico chico malo que destacaba del resto, de los que te atraen. Fue una relación de esas que más vale tener de joven y aprender... de más mayor te acaban llevando por el mal camino y acabas como la zorra esa que le acompaña, tan colgada como él... vaya desperdicio.
Aunque el tiempo que estuve con él es el que, con más diferencia, más placer he tenido... y no es que en la cama fuera gran cosa...

Socio Carmona (Amigo de la infancia): Lo bueno de mezclarlo siempre todo es que de vez en cuando acertaba.
Les robaba cyclozine a los enfermos de cáncer y luego iba a los programas de rehabilitación a recoger las gelatinas de metadona. Solos eran una mierda pero cuando los mezclabas.. ¡ostia puta! aquello era dinamita! Me dio a probar una vez y estuve más de cuatro días de cuelgue.

El Culebras (Camello): Estábamos muy sincronizados. Al cabo de los años no hacía falta que nos dijéramos nada, yo sabía cuanto le vendía y el tiempo que tardaba en consumir, así que me presentaba en la puerta y llamaba al timbre y él me abría sin preguntar, los dos sabíamos el día que era y la necesidad que había en juego.
Al final he acabado mudándome a su apartamento, así es todo más sencillo.


"Rant Casey In Memoriam"

▪●Ƿяıмєяα♦Tøмa●▪


(música de fondo)


Le gustaba desvirgar a jovencitos como yo casi tanto como jovencitas.
Mientras él lo preparaba todo me tumbé en un colchón pordiosero que había ahí tirado, estaba nervioso y no sabía hacia dónde mirar.
Enseguida noté como entraba, el cabrón no tuvo ninguna delicadeza, todo de golpe y sin avisar.

Le había dicho que sí, que aceptaba, pero que no sabía por dónde empezar, que era mi primera vez...
El muy cerdo asintió con una sonrisa enfermiza.

Yo tenía mis dudas sobre el tema, los que lo habían probado hablaban maravillas y los que no decían que era caer muy bajo... yo no pensaba que fuera ni tan bueno ni tan malo, solo un vicio más..

No fue difícil encontrarle ya que era el único en la zona que se dedicaba exclusivamente al negocio.. Le llamaban "el culebras", no por lo escurridizo que podía llegar a ser sino porque a la que te despistabas te metía veneno en el cuerpo... menudo cabrón estaba hecho.

Llevaba un par de días solo, aburrido y sin nada que hacer así que decidí ir a visitarle.
Recuerdo aquella tarde muy a menudo, mi primer piko ¡Joder si lo recuerdo!
Dicen que la primera vez puedes sentir nauseas y vomitar... yo me corrí.

◄Døsıs▪dє▪Дмσя►


(música de fondo)


Naufragando entre la eskoria te encontré, y contigo mi resurrección.
Empezaste a girar a mi alrededor, te convertiste en mi diosa, mi musa, mi inspiración.
Moldeaste mi carácter, reduciste mis amistades, vivíamos en nuestro particular mundo marginal rodeados de mediocridad en blanco y negro moviéndose velozmente, sin percatarnos, sin importarnos.

Tu ausencia era mi muerte. Cuando te perdía enloquecía.

Mentía, robaba, mataba para tenerte junto a mi, dentro de mi, fundiéndonos en un burbujeante placer que me desquiciaba, haciéndome sentir, haciéndome vivir, dejándome morir...
Y es que te tengo metida entre las venas, haciéndome cosquillitas para que muera de risa y me lloren los ojos...

Oh, dulce heroína, que fluyes por mis sangre cada día.

Iηcєятıduмbяєs

Ohh... mierda... me duele todo... Qué? Cómo? Qué hora es? Cómo!? No puede ser... Pero en que día estamos? Diosss...
No puedo moverme...
Oye, puedes traerme un zumo de naranja? pero natural, eh!
Por cierto, quien eres? tu cara me resulta familiar... Qué pasa? Porqué me miras así? Entre tú y yo no ha pasado nada, no?
Puedes contarme lo que sabes si quieres, yo... joder, no recuerdo nada...
Ahhh, así que cuando tu has llegado yo ya estaba aquí tirado... Vaya.. y no hay nadie más por aquí dentro? Porque todo este destrozo no lo he hecho yo solo, no?
Vale, vale.. cuando tu has llegado yo ya estaba aquí tirado...
Me ayudas a levantarme?
Oh.. creo que me va a estallar la cabeza... Soy solo yo o tú también oyes esa melodía?


Esto... oye.. y no tendrás argo pa'mi? pa'mi body...
Ya, claro... pareces una chica sana..
Cómo? Que si quiero un cigarro? uff... pero solo no me sienta muy bien... Toma, alíñale!

Espera, creo que me acuerdo de algo... El jueves me largaron del trullo y había un montón de gente esperándome... si... y algún amigo también...
Y TÚ! Tú estabas ahí, verdad?
Y luego... luego qué hice? Mierda... no me acuerdo... A ver, qué es lo primero que haría si me soltaran de la trena?
Mmhhh... lo primero... lo primero sería ir para la casa y prepararme el mayor pikotazo que nunca me he metido para olvidar toda esa mierda..
Eso es! Eso hice!
Espera, espera, espera.. MIERDA! sigo en casa, verdad? No me he movido...
Entonces tú? tú... JODER! Sarah? Saritah? Oh, mierda! Cuanto has crecido! Perdona hija, hace demasiado tiempo que no nos veíamos... Perdona todo este caos... ya sabes como soy...
Voy a hacerme un té, ¿quieres?

D℮s d℮l тяullσ cσɳ αмoя

Toc-Toc Toc
Toc-Toc Toc

*El plano se aleja desde una pelotita mugrienta de color rojo que golpea tres veces (suelo, pared, suelo) antes de volver a las manos de Jokín que la lanza de nuevo*

Toc-Toc Toc

*El zoom-out sigue, pasando entre los barrotes, hasta que en el plano vemos a Jokín sentado en el suelo, con la espalda en la pared y las rodillas dobladas que sigue con su monótono pasatiempo*

Toc-Toc Toc
Toc-Toc Toc

*Se acerca una sombra, distinguimos una silueta humana que se detiene frente a la celda*

-Te la estás jugando chico, sabemos que tienes infiltrados que te pasan material para los molotov y no lo vamos a permitir.

*Con la mirada imperturbable hacia la pelotita Jokín suelta un susurro*

-Carcelero eres un prisionero más..

-Con esa actitud no vas a conseguir nada bueno. Aquí dentro mando yo. *El tono se vuelve amenazante*

Toc-Toc Toc
Toc-Toc Toc

*Jokín, balanceándose, sumido en un trance, empieza a repetir una y otra vez*

-Carcelero eres un prisionero más..CARCELERO ERES UN PRISIONERO MÁS!!

*La silueta se aleja decepcionada mientras murmura algo*

-Eres como un jodido tren en una vía muerta... Acabarás tus días pudriéndote ahí dentro...


(música de fondo)


*Cuando la sombra desaparece por completo Jokín suelta la pelota, se levanta y da un golpe seco con la suela de su bota en el suelo. El tacón se desliza de la suela, al igual que un cajón de su cajonera.
Zoom-in hasta el tacón donde vemos el material indispensable para administrarse una dosis de su medicina.
Ahora tres planos detalle y de corta duración:
◦Cuchara burbujeante
◦Jeringa vaciándose
◦Jokín con cara de estar teniendo su mejor orgasmo multiplicado por 1000 (y aun así nos quedamos cortos)*

*Fundido a negro*