◄Yɑ єsтá ɑl ɑcɘchø►


(música de fondo)


Me encuentro en el limbo, aun estoy a gusto, pero es cuestión de tiempo.
La crudeza de la realidad sigue difusa tras el velo de la intravenosa, pero pronto se desvanecerá...
Los escalofríos son inminentes, los sudores fríos empiezan a lubrificar los malos pensamientos, cada poro de mi piel supura toxinas lenta y desconsideradamente.
En este punto tengo tanto miedo de lo que me espera que mi conciencia consigue convencerme de que no volverá a ocurrir, de que no puedo volver a vivir esto una vez más, mi cuerpo no lo aguantaría.
Me tomo un par de valiums para que la caída no sea tan dura. Dios bendiga a la seguridad social y las amas de casa, gracias a ellas puedo tener una buena colección de analgésicos para ocasiones como ésta.
Intento distraerme pero ya no hay nada que hacer, lo tengo encima, tengo al puto mono subido a la chepa.
No deja de golpearme la cabeza, me retuerce todos y cada uno de los huesos que me sostienen. Lo que empezó como escalofríos se ha ido transformando en un temblor constante que hace que me castañeteen los dientes.
Las nauseas se acompasan con la respiración. A cada exhalación los músculos agarrotados se rompen en mil cristales desgarrando la piel, a cada espiración los espasmos hacen que el dolor se multiplique exponencialmente.
El corazón ha convertido las palpitaciones en explosiones que bombean metralla con cada latido desgarrando cada arteria.
Estoy tan incapacitado que no podría moverme ni para ir a buscar lo que más necesito en este momento.
Mi cuerpo es tan pesado que empiezo a hundirme en el suelo, sin poder hacer nada al respecto, solo observar como la realidad se aleja y como me fundo con mis peores pesadillas.

Dios, si estás ahí, mátame!
Mátame o mándame a un ángel vicioso a lomos de un caballo blanco para sacarme de éste puto infierno..

¡Haz algo, pero haz lo ya!

▪●Mαs◦huмσ◦pαяα◦lα◦dєcɘpcıøη●▪

Suena el timbre.
Tengo el cuerpo soldado al sofá y la cabeza demasiado dispersa en otros mundos como para decir nada... de todos modos la puerta está abierta.
Aparecen en el salón el Perico y el Culebras, si vienen juntos es para traerme malas noticias o para meterme en algún lio.
El Perico es un mercenario callejero, haría cualquier cosa por dinero, robaba, mataba, traficaba, incendiaba... cualquier cosa menos prostituirse.
Los viejos amigos aún le llamábamos Perico por su afición a los untados, aunque hacía tiempo que no le pegaba a las drogas... ahora le pega a la gente, es su forma de abstraerse de la realidad. Mucha gente le llama Pedrote por la facilidad que tiene en abrir cabezas.
El Culebras es mi camello de toda la vida. Tenemos una relación de dependencia, el me proporciona alpiste y yo a él dinero, el uno sin el otro no lograríamos salir hacia delante.

Me cuentan que un contacto de un contacto de un contacto de... le han dado el soplo de un alijo de jaco en casa de unos novatos. El culebras será el encargado de venderlo y a mi me quieren como catador para tasar la calidad. Los beneficios se reparten a partes iguales, no parece difícil y ya no tengo mucho que perder.
Tras unos revitalizantes tiritos de speed nos ponemos en marcha. El Perico está entusiasmadísimo, hoy podrá partir huesos y sus manos se llenarán de sangre y gasolina. Lleva un par de molotov para rematar la faena y crear un bonito fin de fiesta con artificios.
A mi todo esto me viene un poco grande... y el Perico me tiene preocupado porque pierde el control con mucho facilidad.. pero es que.. Joder! Hay mucho jaco en juego!

Tras un buen rato en coche llegamos al lugar en cuestión, un local apartado de dos plantas, a pocos kms del poligano.
A mis dos cómplices les tiemblan las piernas, a uno de nervios y a otro de exaltación.
Perico revienta la puerta a patadas, entra enloquecido y pegando tiros a destajo. Es un puto psicópata y, gracias a Dios, es colega nuestro. Nosotros, manteniendo la distancia, entramos tras él.

Allí no hay nadie. Nos han timado.
El suelo está lleno de condones usados, pañuelos de papel y colillas. Huele a rancio.
Perico está enfurecido, fuera de si, chillando y reventando los viejos muebles que quedan en aquel vertedero.

Enciendo un cigarro para asimilar la decepción.

Los gritos del psicópata se oyen por encima de los derrumbamientos que causa al patear las paredes. Este tio es peor que un terremoto.

Más humo para la decepción.

De golpe se hace el silencio, seguro que al cabrón se le ha caído el techo encima. El Culebras corre escaleras arriba para saber que ha pasado... y se echa a reír. Los dos se parten el culo.
Bajan rápidamente y me muestran varios fardos de caballo, hay un tabique entero construido con esos falsos ladrillos.
Celebramos revitalizantemente el hallazgo y nos disponemos a cargar el maletero.

El perico ha estado reventando las paredes en busca de más tabiques blancos y al no encontrar ninguno se decide a incendiar aquel tugurio.

Una vez en casa, a salvo, llega mi esperado momento.
Saco a relucir mi mejor conducto y sin más preámbulos una pequeña dosis es asimilada por mi sangre.
Su sabor es afrutado, espumoso, muy suave. Entra fantásticamente debido a su dulzor, pero se puede subir a la cabeza fácilmente debido a su buena entrada.
Joder! ésta nieve es más pura que la del puto Himalaya!

Le pido a el Culebras que separe mi tercera parte del jaco... y disfruto de mis pequeñas vacaciones.

♦AMOR●ODIO♦


(música de fondo)



De pequeño me contaron mil historias de héroes y princesas... Hoy ya solo quedan Jonkis y Putas.

La vida me consume a base de ceniceros repletos y cucharillas vacías... y su afilada mirada, acuchillándome a cada pestañeo, hurgando en cada puta herida.

Y es que me saca de quicio.

Consigue meterse en mi cabeza, consigue manipularme y exprimirme como una sanguijuela sedienta.
Apropiándose siempre de la razón, enredándome en mis peores paradojas, negándome el beneficio de la duda.
Es que ni la carroñera relación con la heroína le impide desquiciarme.

Es lo peor, y lo sabe, y le odio, y se crece, y me jode, y disfruta, y me frustra, y se regocija.

Su muerte es la solución, pero a la vez mi perdición, porque sin su presencia desaparezco.
Y la autodestrucción es la solución, pero a la vez su perdición, ya que sin mi desaparece.

El declive de nuestra relación nos empuja a un mismo punto: el equilibrio, en el que convivimos forzosamente, luchando día tras día por rapiñar algo de terreno ajeno.

El forcejeo constante retroalimenta el letargo del que ya nunca podré salir.
Digan lo que digan lo ultimo que se pierde es la cabeza... la esperanza hace mucho tiempo que me la inyecté.
Y es que el peor enemigo siempre es uno mismo, por mucho que intentemos fingir lo contrario.

˙˙˙zǝʌ ɐun ǝsɐɹǝ

Dr. Mateo (Médico): Venía unas 5 veces por semana, siempre por intoxicaciones. Pensábamos que el estomago no le iba a aguantar pero al parecer creaba tolerancia por cada nueva intoxicación.

Sra. Encarna (Vecina): De pequeño ya se veía como acabaría. Cualquier cosa que le pudiera alterar le valía. Se comía todo tipo de bayas y frutos que encontraba en su camino. Tenía una libreta con la detallada reacción que le provocaba cada una.
Solía decir que prefería un lavado de estomago al aborrecimiento cotidiano.

Comisario Romero (Enemigo de la infancia): En 1987 hubo una ola allanamientos en toda la ciudad, cerraduras forzadas, ventanas rotas, puertas reventadas.. Pero ningún denunciante echaba nada en falta, todo seguía en su sitio.
Una noche lo pillamos. Con tan solo 12 años se dedicaba a vaciar los botiquines. Pequeño hijo de puta.

MªJuana (Primera novia): Yo debía tener 14 y él 16 años, era el típico chico malo que destacaba del resto, de los que te atraen. Fue una relación de esas que más vale tener de joven y aprender... de más mayor te acaban llevando por el mal camino y acabas como la zorra esa que le acompaña, tan colgada como él... vaya desperdicio.
Aunque el tiempo que estuve con él es el que, con más diferencia, más placer he tenido... y no es que en la cama fuera gran cosa...

Socio Carmona (Amigo de la infancia): Lo bueno de mezclarlo siempre todo es que de vez en cuando acertaba.
Les robaba cyclozine a los enfermos de cáncer y luego iba a los programas de rehabilitación a recoger las gelatinas de metadona. Solos eran una mierda pero cuando los mezclabas.. ¡ostia puta! aquello era dinamita! Me dio a probar una vez y estuve más de cuatro días de cuelgue.

El Culebras (Camello): Estábamos muy sincronizados. Al cabo de los años no hacía falta que nos dijéramos nada, yo sabía cuanto le vendía y el tiempo que tardaba en consumir, así que me presentaba en la puerta y llamaba al timbre y él me abría sin preguntar, los dos sabíamos el día que era y la necesidad que había en juego.
Al final he acabado mudándome a su apartamento, así es todo más sencillo.


"Rant Casey In Memoriam"

▪●Ƿяıмєяα♦Tøмa●▪


(música de fondo)


Le gustaba desvirgar a jovencitos como yo casi tanto como jovencitas.
Mientras él lo preparaba todo me tumbé en un colchón pordiosero que había ahí tirado, estaba nervioso y no sabía hacia dónde mirar.
Enseguida noté como entraba, el cabrón no tuvo ninguna delicadeza, todo de golpe y sin avisar.

Le había dicho que sí, que aceptaba, pero que no sabía por dónde empezar, que era mi primera vez...
El muy cerdo asintió con una sonrisa enfermiza.

Yo tenía mis dudas sobre el tema, los que lo habían probado hablaban maravillas y los que no decían que era caer muy bajo... yo no pensaba que fuera ni tan bueno ni tan malo, solo un vicio más..

No fue difícil encontrarle ya que era el único en la zona que se dedicaba exclusivamente al negocio.. Le llamaban "el culebras", no por lo escurridizo que podía llegar a ser sino porque a la que te despistabas te metía veneno en el cuerpo... menudo cabrón estaba hecho.

Llevaba un par de días solo, aburrido y sin nada que hacer así que decidí ir a visitarle.
Recuerdo aquella tarde muy a menudo, mi primer piko ¡Joder si lo recuerdo!
Dicen que la primera vez puedes sentir nauseas y vomitar... yo me corrí.

◄Døsıs▪dє▪Дмσя►


(música de fondo)


Naufragando entre la eskoria te encontré, y contigo mi resurrección.
Empezaste a girar a mi alrededor, te convertiste en mi diosa, mi musa, mi inspiración.
Moldeaste mi carácter, reduciste mis amistades, vivíamos en nuestro particular mundo marginal rodeados de mediocridad en blanco y negro moviéndose velozmente, sin percatarnos, sin importarnos.

Tu ausencia era mi muerte. Cuando te perdía enloquecía.

Mentía, robaba, mataba para tenerte junto a mi, dentro de mi, fundiéndonos en un burbujeante placer que me desquiciaba, haciéndome sentir, haciéndome vivir, dejándome morir...
Y es que te tengo metida entre las venas, haciéndome cosquillitas para que muera de risa y me lloren los ojos...

Oh, dulce heroína, que fluyes por mis sangre cada día.

Iηcєятıduмbяєs

Ohh... mierda... me duele todo... Qué? Cómo? Qué hora es? Cómo!? No puede ser... Pero en que día estamos? Diosss...
No puedo moverme...
Oye, puedes traerme un zumo de naranja? pero natural, eh!
Por cierto, quien eres? tu cara me resulta familiar... Qué pasa? Porqué me miras así? Entre tú y yo no ha pasado nada, no?
Puedes contarme lo que sabes si quieres, yo... joder, no recuerdo nada...
Ahhh, así que cuando tu has llegado yo ya estaba aquí tirado... Vaya.. y no hay nadie más por aquí dentro? Porque todo este destrozo no lo he hecho yo solo, no?
Vale, vale.. cuando tu has llegado yo ya estaba aquí tirado...
Me ayudas a levantarme?
Oh.. creo que me va a estallar la cabeza... Soy solo yo o tú también oyes esa melodía?


Esto... oye.. y no tendrás argo pa'mi? pa'mi body...
Ya, claro... pareces una chica sana..
Cómo? Que si quiero un cigarro? uff... pero solo no me sienta muy bien... Toma, alíñale!

Espera, creo que me acuerdo de algo... El jueves me largaron del trullo y había un montón de gente esperándome... si... y algún amigo también...
Y TÚ! Tú estabas ahí, verdad?
Y luego... luego qué hice? Mierda... no me acuerdo... A ver, qué es lo primero que haría si me soltaran de la trena?
Mmhhh... lo primero... lo primero sería ir para la casa y prepararme el mayor pikotazo que nunca me he metido para olvidar toda esa mierda..
Eso es! Eso hice!
Espera, espera, espera.. MIERDA! sigo en casa, verdad? No me he movido...
Entonces tú? tú... JODER! Sarah? Saritah? Oh, mierda! Cuanto has crecido! Perdona hija, hace demasiado tiempo que no nos veíamos... Perdona todo este caos... ya sabes como soy...
Voy a hacerme un té, ¿quieres?

D℮s d℮l тяullσ cσɳ αмoя

Toc-Toc Toc
Toc-Toc Toc

*El plano se aleja desde una pelotita mugrienta de color rojo que golpea tres veces (suelo, pared, suelo) antes de volver a las manos de Jokín que la lanza de nuevo*

Toc-Toc Toc

*El zoom-out sigue, pasando entre los barrotes, hasta que en el plano vemos a Jokín sentado en el suelo, con la espalda en la pared y las rodillas dobladas que sigue con su monótono pasatiempo*

Toc-Toc Toc
Toc-Toc Toc

*Se acerca una sombra, distinguimos una silueta humana que se detiene frente a la celda*

-Te la estás jugando chico, sabemos que tienes infiltrados que te pasan material para los molotov y no lo vamos a permitir.

*Con la mirada imperturbable hacia la pelotita Jokín suelta un susurro*

-Carcelero eres un prisionero más..

-Con esa actitud no vas a conseguir nada bueno. Aquí dentro mando yo. *El tono se vuelve amenazante*

Toc-Toc Toc
Toc-Toc Toc

*Jokín, balanceándose, sumido en un trance, empieza a repetir una y otra vez*

-Carcelero eres un prisionero más..CARCELERO ERES UN PRISIONERO MÁS!!

*La silueta se aleja decepcionada mientras murmura algo*

-Eres como un jodido tren en una vía muerta... Acabarás tus días pudriéndote ahí dentro...


(música de fondo)


*Cuando la sombra desaparece por completo Jokín suelta la pelota, se levanta y da un golpe seco con la suela de su bota en el suelo. El tacón se desliza de la suela, al igual que un cajón de su cajonera.
Zoom-in hasta el tacón donde vemos el material indispensable para administrarse una dosis de su medicina.
Ahora tres planos detalle y de corta duración:
◦Cuchara burbujeante
◦Jeringa vaciándose
◦Jokín con cara de estar teniendo su mejor orgasmo multiplicado por 1000 (y aun así nos quedamos cortos)*

*Fundido a negro*